Casa señorial de finales del siglo XVII destinada a la granjería.
La fachada está blasonada por el escudo de armas de la familia Sánchez Monterde, una de las más antiguas y poderosas de Albarracín.
Por su ascendencia francesa y el parentesco con la Casa Real de Francia, la flor de lis aparece en su escudo. Los Sánchez Monterde llegaron a Albarracín con el Señor de Azagra para participar en la reconquista del Albarracín musulmán. Desempeñaron durante siglos los más altos e influyentes cargos en la Ciudad.
El edificio que hoy ocupa nuestro complejo es una antigua casa noble, El edificio que hoy ocupa nuestro complejo es una antigua casa noble, blasonada por el escudo de una de las familias más influyentes en la historia de Albarracín: Los Sánchez Monterde. La antigua huerta y las piezas de tierra que hoy forman parte de esta heredad, pertenecieron en el siglo XIII a un monasterio cisterciense situado en un pequeño valle a la vista de la ciudad de Albarracín y de la vega. La noticia más antigua sobre la existencia de este monasterio la proporciona el acta de elección de un monje cisterciense como obispo de Albarracín. Según el historiador César Tomás Laguía, la claridad de este documento no deja lugar a dudas.
No se sabe cuándo dejó de ser habitado por los monjes ni la causa de su demolición, pero en el mismo siglo XIV se menciona ya “la pieza del monasterio” como propiedad particular. En adelante, los documentos conservan la toponimia del monasterio, pero referida a dicha pieza de tierra.
Es poca la documentación histórica existente sobre la Casa Grande. Un exhaustivo trabajo de investigación basado en diversos materiales bibliográficos nos lleva a la conclusión de que la Casa Grande perteneció a Don Antonio Baltasar Sánchez Monterde, por lo que data, al menos, de finales del siglo XVII.
En el Libro Padrón de la Cofradía de los Caballeros de Santiago de Albarracín (“Compañia y Cofradía Militar de Cavalleros hijos dalgo”), quedó registrada la entrada de Don Antonio Baltasar Sánchez Monterde con fecha 21 de julio de 1686. Desconocemos si la Casa fue edificada con anterioridad, ya que no existe documentación histórica que date su edificación.
La descripción que en el Libro Padrón de la Cofradía se hace de sus armas coincide con el escudo que blasona nuestra fachada: en el primer cuartel, un monte ardiendo con una flor de lis encima en campo azul y en el segundo cuartel un águila volando en campo de plata y por orla siete escaques de oro y una letra que dice SPES MEA IN DOMINO; trae celada
Este mismo escudo de armas lo encontramos también en uno de los edificios más emblemáticos del casco histórico de Albarracín. Se ubica a continuación de la Casa de la Enseñanza en la Calle de la Catedral y es llamado en algunos libros “Casa de los Monterde”. Esto nos hace pensar que aquélla era la casa señorial y nuestra Casa Grande la casa de campo y granjería. Por este motivo, la talla de su escudo es más tosca y sencilla. LOS SÁNCHEZ MONTERDE vivieron en esta tierra desde época medieval hasta finales del siglo XVIII. Sus ascendientes procedían de Francia y estaban emparentados con la Casa Real francesa. Por este motivo, la Flor de Lis aparece en su escudo de armas. Después de pasar por el Reino de Navarra, llegaron a Albarracín con el Señor don Rodrigo de Azagra sobre el año 1170. Albarracín, Reino de Taifa hasta entonces, es cedido por el Rey Lobo al Señor de Azagra.
Dicen que los Monterdes, sus ascendientes, descienden de los Condes de Claramunt y estos de la Sangre Real de Francia. Y como tales an llebado y lleban los unos y los otros con dibersos colores y campos en sus dibissas y escudos la flor de lis de oro sobre un monte ardiente, los primeros en campo blanco, y los segundos en campo azul con otras adiciones. Y que vinieron del reyno de Nabarra con Don Rodrigo de Azagra, Rico Hombre y Señor de Estella, con sus hijos Don Pedro, Don Garcia, Don Martin, Don Gonzalo y Don Hernando Ruiz de Azagra y otros deudos y amigos a la conquista y expulsion de los moros, de quienes estaba sojuzgado este Reyno y los convecinos
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Página 227 La Cofradía de Caballeros de Santiago de Albarracín. Jaime Angulo y Sáinz de Varanda. ERAE (Emblemata Revista Aragonesa de Emblemática) XIII, 2007
Cuenta la leyenda que don Pedro de Azagra, hijo de don Rodrigo, fue desposado con Isabel de Segura, protagonista femenina de la historia de Los amantes de Teruel. A lo largo de los siglos, los Sánchez Monterde ocuparon puestos sobresalientes en el concejo de la Ciudad y desempeñaron los oficios mayores:
Bailes: representantes del rey en la Ciudad y Comunidad de municipios dependientes de Albarracín.
Mayordomos: encargados de regular toda la actividad comercial y artesanal en la ciudad.
Síndicos: representantes de la Ciudad y Comunidad y enviados a tratar asuntos con la monarquía.
Destacaron en el oficio de justicia: oficiales impuestos por la monarquía desde el siglo XIV, con una duración limitada en el tiempo, enviados para juzgar causas tanto civiles como criminales. También fueron jueces y notarios.
Además de ser una familia poderosa y de cargos sobresalientes, los Sánchez Monterde fueron tradicionalmente GANADEROS, propietarios y arrendatarios de diversas partidas y dehesas en la Ciudad y municipios de la Sierra: se trataba de familias apegadas a la tierra, con intereses agropecuarios importantes y cuyo primer objetivo sería el de salvaguardarlos.
pág. 248. La Comunidad de Albarracín en los siglos XVI y XVII (hacienda, elites y poder). Tesis presentada por Eloy Cutanda Pérez para la obtención del grado de doctor por la Universidad de Zaragoza, 2008
A esta élite no cabe calificarla de ociosa. Una cosa era vivir con arreglo a la condición de hombre principal, y tal vez gastar rápidamente el patrimonio, y otra no hacer nada para incrementarlo, como le ocurría a Baltasar Sánchez Monterde en 1583, que ante las dificultades por las que atravesaba su hacienda reconocía la necesidad de hacerse con un rebaño para realizar granjería, esto es, para cuidarlo y hacer trato con él.
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La tradición ganadera de esta familia a lo largo de los siglos nos hace pensar que la Casa Grande fue una de las propiedades en las que Don Antonio Baltasar Sánchez Monterde y sus descendientes se dedicaron a la granjería, ya que este inmueble siempre ha estado destinado a labores ganaderas. De hecho, en Real Cédula expedida por el Rey Carlos II, éste sentencia a favor de Don Antonio Baltasar Sánchez Monterde, “vecino y ganadero de la ciudad de Albarracín en el mi reino de Aragón”, en pleitos seguidos ante el corregidor de la ciudad contra otros ganaderos por la posesión de distintos pastos y “yervas”: (Real Zédula expedida por la majestad del señor don Carlos segundo, en diez y seis de diciembre de mil seiscientos noventa y tres.) Apéndice documental de ganadería de Albarracín. CECAL.
Don Antonio Baltasar Sánchez Monterd fue además jurista infanzón, asesor ordinario del Justicia de Albarracín y uno de las Caballeros Regidores de la Ciudad. A él perteneció también la llamada Casa o Palacio de los Monterde. Alrededor de 1737, su nieto Don Francisco Sánchez Monterde y Villanoba vende la propiedad a la familia Navarro de Arzuriaga (otro de los ilustres linajes de la ciudad de Albarracín). La Casa Grande pasó también a manos de la familia Navarro de Arzuriaga. Siguió destinada a la ganadería en los siglos posteriores. Sabemos que a principios del siglo XIX la ocupó como arrendataria una familia de agricultores y ganaderos procedente de Setiles (municipio de Guadalajara) antepasados de una de las personas integrantes de nuestro equipo de trabajo.
En 1898, Manuel Navarro Navarro, como apoderado de Atanasio Claver Bello y Dolores Navarro Navarro, vende la Casa Grande a Vicente Barquero Royuela y Lucia Herrero Martin.
En 2008, descendientes de Vicente Barquero nos venden la Casa Grande. A lo largo de tres años hemos acometido el proceso de restauración de este maravilloso edificio para el disfrute de nuestros clientes…
INVESTIGACIÓN HISTÓRICA Y REDACCIÓN
Luisa Fernanda Gómez Herranz.
Luisa Puerto Gómez.
BIBLIOGRAFÍA:
ü La Cofradía de Caballeros de Santiago de Albarracín. Jaime Angulo y Sáinz de Varanda. ERAE (Emblemata Revista Aragonesa de Emblemática) XIII, 2007.
ü La geografía urbana de Albarracín. César Tomás Laguía. 1960.
ü La Comunidad de Albarracín en los siglos XVI y XVII (hacienda, elites y poder). Tesis presentada por Eloy Cutanda Pérez para la obtención del grado de doctor por la Universidad de Zaragoza, 2008.
ü El final de los fueros de Teruel y Albarracín en el siglo XVI. Jose Luis Castán Esteban. CECAL (Centro de Estudios de la Comunidad de Albarracín), 2009.
ü Apéndice documental de ganadería de Albarracín. CECAL.
ü Las juntas de brazos de 1684-86: Aragón y los servicios de armas de Carlos II. Abel Ajates Cónsul. Ius Fugit, 2007-2008.